Las terrazas verdes aportan un beneficio ambiental. Contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. Se amplían los espacios verdes frente al gris de las construcciones urbanas. Transformando el paisaje se generan zonas de esparcimiento y de ecoturismo.

Mejora la contaminación visual y acústica. Actúa como un filtro del aire que respiramos, producto de la actividad humana e industrial. Se aumenta el área de refugio para algunas especies y se acortan las distancias entre zonas naturales interrumpidas por las construcciones.

La vegetación protege a los edificios de los efectos erosivos del viento, la lluvia y las temperaturas. Y al reducir la amplitud térmica contribuye al cuidado energético, bajando el gasto generado al refrigerar y calefaccionar las viviendas. Entre otros de sus beneficios, reduce la pérdida de agua, reteniendo una parte del agua en momentos de abundantes precipitaciones.

Sumate vos también a esta tendencia mundial. Cuidemos nuestro hábitat.